Vivimos en un mundo en el que se glorifica la violencia y se esconde y se reprime el deseo sexual. Esto recuerda a la teoría de Wilhelm Reich que consideraba que la represión sexual era parte esencial de un gobierno autoritario. Sin una imposición antisexual el pueblo se volvería libre y no obedecería las órdenes.
El cine a lo largo de su historia se ha dedicado a esconder o ridiculizar todas las muestras sexuales que no fueran heteronormativas. Por suerte, siempre ha habido creadores que han escapado de esta norma y nos han dado películas con las que sentirnos más libres.
Por este motivo, os traigo tres películas en las que se muestran distintas formas de amar. Espero que os guste.
Secretary y el BDSM

¿De qué va?
Secretary gira en torno a Lee Holloway, una joven recién salida de un centro psiquiátrico que empieza a trabajar para un excéntrico abogado. Lo que en principio iba a ser un trabajo normal acaba convirtiéndose en un juego de roles en el que el placer y la sumisión harán libre a Lee.
¿Quién está detrás?
Secretary está basada en el cuento Bad behavior (Mal comportamiento) de Mary Gaitskill. De la dirección se encarga Steven Shainberg (Retrato de una obsesión (Fur)) un realizador cuya única película memorable es Secretary. En cuanto al reparto, nos encontramos con el primer rol protagonista de Maggie Gyllenhaal (El caballero oscuro, La profesora de parvulario) y con James Spader, un actor que ya venía curtido en el cine erótico al protagonizar películas tan importantes como Sexo, mentiras y cintas de video y Crash. Por último mencionar a Jeremy Davies, un actor muy querido por aparecen en la serie Perdidos.
Microcrítica
Secretary es la mejor película sobre BDSM de la historia del cine, o al menos la que mejor se aproxima a las realidades de estas prácticas sexuales. Por normal general, el cine se ha dedicado a ridiculizar a las personas que realizan este tipo de prácticas o lo han usado para demostrar su misoginia desbocada. En cambio, Secretary es todo lo opuesto, al mostrar a una mujer destrozada por su familia, que cambia sus heridas autoinflingidas por azotes deseados.
A todo esto se une una interesante puesta en escena en la que la fotografía y los escenarios cambian radicalmente. Por un lado nos encontramos todo lo que tiene que ver con la vida normal de Lee y de la que tanto trata de huir, cuya fotografía es fría y sus escenarios horrorosos. Y por otro lado, los escenarios en los que los protagonistas realizan sus juegos sexuales en los que priman los tonos cálidos y los escenarios elegantes, empezando por ese maravilloso pasillo que separa al uno del otro.
Por último mencionar que se nota que E. L. James se ha inspirado en esta película para escribir su famosa saga de novelas y que no ha entendido ni una mierda en qué consiste el BDSM.
Three (Drei): poliamor y bisexualidad

¿De qué va?
Simon y Hanna son una pareja heterosexual de mediana edad que empieza a tener una aventura con el mismo hombre por separado y sin saberlo ninguno de los dos.
¿Quién está detrás?
Three (Drei) está escrita y dirigida por Tom Tykwer, director alemán conocido por su potentísima Corre, Lola, corre, la adaptación de El perfume: Historia de un asesino o haber colaborado con las hermanas Wachowski en El atlas de las nubes y Sense8. El trío protagonista está formado por Sophie Rois (Vida oculta), Sebastian Schipper (Toni Erdmann) y Devid Striesow (Los falsificadores).
Microcrítica
Pocas películas se han acercado de forma tan certera, sensible y erótica al tema del poliamor y de la bisexualidad como esta cinta cuyo título, carátula e información son spoilers en sí mismos. Sin embargo, eso es lo de menos porque aquí lo importante es el viaje. Para ello, Tom Tykwer cuenta con una puesta en escena excepcional muy en la línea de sus anteriores trabajos y con un guion que aunque pueda pecar de pedante tiene momentos y diálogos con una carga erótica y emocional pocas veces visto en el cine. Nunca olvidaré el primer encuentro sexual entre los dos protagonistas masculinos, una secuencia capaz de excitarte y hacerte llorar al mismo tiempo.
La penúltima película en solitario de Tom Tykwer es ante todo un canto al amor libre y una obra adelantada a su tiempo por atreverse a hablar de temas que diez años después siguen siendo tabú.
Si os interesa este tema podéis leer la crítica que escribí sobre Una relación abierta con motivo de su estreno hace un par de años.
Shortbus y el garito de la libertad sexual

¿De qué va?
Una sexóloga que nunca ha tenido un orgasmo acude al Shortbus, un club en el que todas las formas de amar y de sentir son bienvenidas.
¿Quién está detrás?
Shortbus está realizada por John Cameron Mitchell, director que se dio a conocer con Hedwig & The Angry Inch, un musical de culto sobre un rockero transexual alemán. Su segunda película, Shortbus, causó un gran revuelo por mostrar sexo explícito en pantalla. Su última película, Cómo enamorar a una chica punk fue presentada en el Festival de Cannes del 2017.
Shortbus recibió los premios a mejor guion y fotografía artística en Festival de Gijón y el premio de los Productores en los Premios Independent Spirit. En cuanto al reparto, son todos actores desconocidos.
Microcrítica
Shortbus es todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar. John Cameron Mitchell se distancia de otros directores que han rodado sexo explícito en una película no pornográfica como Michael Winterbottom y su Nine Songs, al reflejar de forma respetuosa la amplia variedad de formas de amar. En esta película vemos escenas de sexo vainilla, BDSM, sexo hetero, sexo gay, sexo lésbico, e incluso se muestran los círculos cerrados para mujeres. Sin embargo, nunca llega a excitar, ya que su intención es educar y abrir la mente. A todo esto se une contar con una serie de personajes tan carismáticos y reales que bien podrían formar parte de nuestras vidas.
En definitiva, Shortbus es el mejor ensayo sobre la libertad sexual que se ha realizado en cine.
Estas tres películas, junto a Bonding, son algunas de las mejores representaciones sobre la libertad sexual que nos ha dado el cine. Por desgracia, tienen muchos años y sus temas siguen siendo mal vistos.