Octubre es sinónimo de la vuelta del frío, de la lluvia, y del cambio de hora. Y también del Festival de cine de Sitges y de Halloween.
Por eso he querido hacer una lista con las seis obras ganadoras del premio a Mejor Película en el Festival de cine de Sitges que más me han gustado. Al ser películas relativamente conocidas he preferido obviar los análisis más técnicos para contar lo que supusieron para mí.
En esta lista os encontraréis con películas como Swiss Army Man, The Ring, o Terciopelo azul. Espero que os guste.
Climax (2018)
Cualquier persona que me conozca sabrá que Climax fue mi obsesión de 2018. He perdido la cuenta de las veces que he escuchado su banda sonora y he visto ciertas secuencias.
Tuve la suerte de verla en el pase de prensa de Madrid días antes de su proyección en el Festival de cine de Sitges. Salí de la sala extasiado y con unas ganas tremendas de tomar unas cañas mientras comentaba la película con alguien. Por desgracia, tuve que conformarme con esperar a que la estrenaran para poder charlar sobre ella.
Climax fue una experiencia que jamás olvidaré. Digo experiencia porque Climax más que una película al uso es una experiencia cinematográfica única, lisérgica y obscena que odiarás o amarás. Una obra en la que si entras en su juego te atrapa, y te provoca como pocas películas han hecho.
Swiss Army Man (2016)
¿Una película con Harry Potter haciendo de cadáver que se tira pedos? ¿Pero qué p*** mierda es esta? Pues sencillamente una de las películas más originales, divertidas y emotivas que se han hecho. A través de una premisa de lo más surrealista y escatológica, su director crea una alegoría sobre la amistad, el amor, y la masculinidad tóxica en la que el humor y la emoción se dan la mano constantemente.
Y todo ello contado de una forma sencilla que se apoya en su guion y en unas interpretaciones excelentes. En serio, lo de Daniel Radcliffe es too much.
Por no olvidar la delicada banda sonora grabada a capella por el director y los dos actores protagonistas. Una de esas bandas sonoras que escuchar en bucle, especialmente la versión que hacen de Parque jurásico.
Holy Motors (2012)
¿Es Holy Motors una de mis películas favoritas de la historia del cine? Sí, sin duda alguna lo es. Su interludio es la secuencia que veo con mi pareja cada vez que volvemos contentos de fiesta, abrimos la última lata y ponemos Youtube.
Holy Motors es única e inclasificable. Es una de esas películas que da igual que te la destripen entera porque su interés radica en sus provocaciones y narrativas. Y porque nunca has visto nada igual.
La película de Leos Carax lo tiene todo: una serie de sketches bizarros que honran la labor de los actores, limusinas que hablan, Eva Mendes haciendo un papel del que renegó después; hasta tiene a Kylie Minogue haciendo una de sus mejores actuaciones y homenajeando a Julie Andrews en Sonrisas y lágrimas.
Hard Candy (2005)
Con esta película indie estadounidense muchos conocimos a Ellen Page en un papel cuya interpretación es insuperable y que le da mil vueltas al trabajo por el que recibió una nominación al Oscar.
Hard Candy es un relato macabro sobre una caperucita roja moderna que se toma la justicia por su mano, y que debe hacer frente a un no tan astuto lobo.

El debut cinematográfico de David Slade se traduce en una película que basa su tensión en una historia turbia, movimientos rápidos de cámara, y dos personajes sobre los que gira toda la acción. A todo esto se une el uso de una violencia sutil llegando a momentos de verdadero espanto que te persiguen de por vida.
Ringu (1999)
Aún recuerdo la primera vez que vi The Ring. Fue con mis amigos. Ellos solo habían visto cine occidental y se pasaron los primeros minutos riendo, cosas de adolescentes, hasta que llegó el primer susto y desde ese momento no apartaron la mirada de la televisión ni un instante. Habíamos visto mucho cine de terror antes de The Ring, pero esta película nos estremeció como pocas películas lo han hecho. Estuvimos meses dando la vuelta a las televisiones cuando estaban apagadas por temor a que algún fantasma vengativo saliera de ellas.

Y no podía ser para menos ya que The Ring es una de las películas más terroríficas de la historia del cine que sigue en mi cabeza más de una década después de la última vez que la vi, algo que no pienso volver a hacer. Por Dios, qué miedo da.
Terciopelo azul (1986)
Qué decir de Terciopelo azul que no se haya dicho antes. Han corrido ríos de tinta y lo seguirán haciendo. Así que os voy a contar lo que supuso para mí esta película.
Descubrí Terciopelo azul con dieciocho años. Me atrapó desde el comienzo y me aterrorizó como pocas películas. La escena en la que el protagonista observa impotente una violación me impactó de tal manera que me dio un pequeño ataque de ansiedad. Nunca había visto nada igual.
Terciopelo azul fue mi puerta de entrada al mundo del David Lynch, un mundo turbio e incomprensible del que no he querido salir, y al que he acudido en múltiples ocasiones. A pocos directores se les da tan bien crear atmósferas tan inquietantes y desconcertantes.
Puede que esta película sea de las más accesibles de David Lynch, y más comparado con Carretera perdida o Inland Empire. Y he ahí parte de su gracia, tener un comienzo y un final más o menos claro, algo que no suele ser tan habitual en el cine del director texano.
Menciones especiales
Por no alargar más de la cuenta esto y por ser películas que me marcaron pero hace mucho tiempo que no veo, señalar Orlando (1993), Gattaca (1997), y Cube (1998). Y ponerme como nota recordatoria ver En compañía de lobos (1984), Oldboy (2004), y La invitación (2014).
Ah, y evitad a toda costa Vidocq: el mito (2001) y Réquiem (El exorcismo de Micaela) (2006). ¡Qué soberano coñazo de películas!